Incumpliendo propósitos (míos y del Ministro de Educación)

Sí, sí, ya sé que dije que uno de los propósitos de este año era actualizar más a menudo este blog y no lo estoy cumpliendo. Entono el «mea culpa» y me dispongo a corregirme…

Entre las cuestiones que «han rondado en mi cabeza» durante estos meses hay algunas, absolutamente preocupantes, las que tienen que ver con la educación, con el sistema educativo que es una de las manifestaciones más importantes de ese «estado de bienestar» que está desapareciendo.

Cuestiones como que una de las primeras actuaciones del Ministro Wert sea la «sustitución» de la asignatura «educación para la ciudadanía», seguro que no había nada más importante en la educación que eliminar una asignatura cuyo objetivo es, entre otros, «fomentar el pensamiento crítico» del alumnado y eso debe ser «malísimo». En fin… esto sí que merece un post exclusivo.

Otra tiene que ver con el cambio de los temarios de las oposiciones a unos meses del examen (si es que llega a celebrarse) para volver a los temarios del año 93… Ufff, temarios de hace 19 años!!! Sin duda la «literatura del siglo XIX» no habrá cambiado, o el cálculo de «ecuaciones de segundo grado», o la «tectónica de placas», pero sí lo han hecho las teorías del aprendizaje, los métodos y modelos de enseñanza, las competencias que deben favorecerse en el alumnado… Seguro que esto también se merece otro post exclusivo.

Seguro que en el imaginario de este hombre existe una relación directa entre estas medidas (y la reducción de interinos o la ampliación del horario docente) y la propuesta que su partido (el PP, no lo olvidemos) llevaba en su programa electoral. Tal vez sea a lo que se referían con:

«39. Pondremos en marcha un nuevo modelo de selección y formación de carácter nacional para el acceso a la profesión docente, que atraiga a los mejores expedientes académicos y tenga como criterios de selección el mérito y la capacidad. (…)»

Sr. Wert, yo intento enmendarme ¿y usted?

P.D. Hacía más de dos meses que no escribía por placer, es decir, que no publicaba un nuevo post. Más allá de excusas, había varios motivos: he escrito mucho por trabajo y cuando esto ocurre no tengo muchas ganas de escribir por placer y, además, estoy participando en diferentes cursos que consumen buena parte de mi tiempo libre. En ningún caso se trataba de que no hubiera un sinfin de «noticias» que han merecido mi atención y a las que, creo, debería haberles dedicado, al menos, un post. (No prometo nada, pero lo intentaré).

Una sola mujer víctima (de violencia de género) es un número demasiado alto

Se aproxima el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, es el próximo viernes 25 de noviembre (de 2011) y no quiero dejar de escribir sobre lo que ello supone para mí.

Han pasado casi 8 años desde que existe legislación al respecto en nuestro país y las cifras siguen «asustando», sí, asustando. Ya van 54 mujeres asesinadas a manos de sus parejas, exparejas o… simplemente, ¡sus asesinos! este año.

Por su culpa, por su temor, sus celos, su dependencia, su falta de autoestima… ¡No me importan los motivos! ¡¡Este año somos 54 mujeres menos!!; el anterior 73; en 2009 56; 76 en 2008; 71 y 69 en 2007 y 2006; 57, 72 y 71 en 2005, 2004 y 2003, respectivamente.

O, lo que es lo mismo, 599 mujeres muertas desde que se miden estos datos (estadísticas de Ministerio de Igualdad). Y eso, sin contar a quienes, afortunadamente, no han muerto.

Son demasiadas, 1 es demasiado.

Puede resultar sorprendente que tan sólo haga 12 años que, mediante una resolución de la ONU (la 54/134) de 1999 se declarara un Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre. Puede asombrar que ya habiendo sido en el siglo pasado continúe, sin embargo, siendo tan necesario.

La Declaración de la ONU sobre la eliminación de la violencia contra la mujer es del 17 de diciembre de 1993 y fueron necesarios otros 5 años para que en España hubiera legislación al respecto (5 años y un cambio de Gobierno, si se me permite la puntualización). Fue en el año 2004 cuando que se estableció en nuestro país la «Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género» no exenta de polémica.

Cuando haces daño a mamá... me lo haces a mí

NOTA

Hay algo que me preocupa mucho y que creo que no se trata suficientemente, las hijas e hijos que también sufren ese «maltrato» o, eufemísticamente, esa «violencia de género». Pocas veces les oímos (o les leemos) y por ello he abierto, hace ya algún tiempo una categoría en este blog llamada «Te lo cuento» en la que iré incluyendo, a modo de relatos, de entrevistas o de simples redacciones lo que «a mí me cuenta» una de estas hijas.

En este sentido, merece especial mención la Campaña Institucional de las Alcaldías y los Consejos Municipales de la Mujer de los Ayuntamientos de Langreo, San Martín del Rey Aurelio y Laviana (diseñada por Llana Publicidad), cuya imagen podéis ver aquí. Carga las tintas, precisamente, en el «Derecho de la Infancia a no sufrir por violencia de Género».

¡Buen trabajo y GRACIAS!

Ley de salud sexual y reproductiva ¡en vigor!

Estos días se volvía a discutir sobre la la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo más conocida como «Ley del Aborto»

Un médico de familia, de atención primaria, es decir, una de las personas que te atienden en primera instancia, en quienes confías tu salud y quienes deben derivarte al resto de servicios de salud, había solicitado «Objeción de conciencia» para no proporcionar información sobre las posibilidades de interrumpir voluntariamente el embarazo.

Afortunadamente el juez no le dió la razón y puso «en su sitio» al médico negándole la posibilidad de objetar puesto que no participa en el aborto sino que sólo informa y deriva al servicio especialista oportuno. Es decir, le dijo cuál era su responsabilidad y que debería cumplir con ella.

De verdad que… ¡ufff! ¡Menos mal! ¿Dónde podríamos llegar si ya se vulnerara nuestro derecho a estar informadas? En fin, realmente no creo que sus pacientes vayan a tener una buena y correcta información así que deberían ir pensando en ejercer otro derecho, el de elección de personal médico… ¿no estáis de acuerdo?

Para saber más:

Increíble: Terapias contra la homosexualidad

Leo en la prensa (La Vanguardia y otros medios) estos días que la Generalitat de Catalunya ha abierto expediente a la Policlínica catalana Tibidabo por aplicar terapias para «curar» la homosexualidad a quien, si se confirma, estudian poner una sanción económica y yo me pregunto ¿exclusivamente económica?

No puedo dejar de preguntarme si, no siendo la homosexualidad una enfermedad y no considerándose «oficialmente» así desde 1973 (afortunadamente ya hace casi 4 décadas) por la Asociación Norteamericana de Psiquiatría y desde 1990 (¡¡20 años!!) por la Organización Mundial de la salud, aún es posible que profesionales de la medicina COBREN por intentar curar una enfermedad inexistente.

Hay unas cuantas cosas que me son difíciles de digerir, es decir, que no me las puedo creer, en esta noticia: No puedo creer que aún haya personas, (auto)denominadas profesionales de la sanidad, que consideren la homosexualidad como una enfermedad. Y lo que a mi parecer es aún más grave, ¡¡¡no puedo creer que se estudie sólo una sanción económica!!! Sigue leyendo Increíble: Terapias contra la homosexualidad

Las mujeres en Estambul

Bandera Movimiento Democrático
Movimiento democrático. Mujeres libres (o similar)

He pasado unos días en Estambul. Han sido unos días estupendos en los que hemos disfrutado de los paisajes, las mezquitas, la gente, la comida… Es un lugar que me ha sorprendido, en lo social, mucho y muy gratamente, especialmente cuando nos encontramos una manifestación de mujeres por la libertad (o algo así). En la foto os muestro la bandera que ondeaban.

Mujeres libres en cualquier parte del mundo

Lo que me empuja a escribir esta vez es ese movimiento. Algunos cientos de mujeres que pedían la libertad de la mujer (o eso me pareció entender). Todas ellas, o una mayoría muy amplia, llevaban su hiyab. Y aunque no lo viví, pensé en el mayo del 68 en el que tantas mujeres se quitaron el sujetador y decidieron eliminar esa «opresión». En un momento comenzaron a aplaudir y, cuando me dí cuenta, yo también estaba aplaudiendo. Fue sin duda un acto reflejo de solidaridad para con mi género, para con aquellas mujeres que solicitaban cambios y lo hacían conjuntamente.

DEMOKRATİK ÖZGÜR KADIN HAREKETİ
DEMOKRATİK ÖZGÜR KADIN HAREKETİ

Me hubiera gustado ver cómo todas esas mujeres turcas hacían lo mismo con su pañuelo. He de decir que el hiyab era blanco y que desconozco si eso tiene algún significado. También puede ser que estuvieran pidiendo la libertad para usarlo en los lugares en los que está prohibido su uso (como en la Universidad). No lo sé. Lo que sí puedo decir es que al ver y oir a todas aquellas mujeres en el aquel país, «se me pusieron los pelos de punta».

Quizá sea importante señalar la cantidad de policía que vimos alrededor: mucha. Un par de horas antes habíamos presenciado una pequeña manifestación en la que sólo iban hombres y, chocante o no, no había policía acompañándoles… Cada quien que piense lo que quiera.

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