Nuevo analizador web sobre uso sexista del lenguaje

Es positivo que surjan herramientas que contribuyan a la reducción del uso sexista del lenguaje.

Leo, con gran sorpresa, en El País y en otros medios que INTECO sacará en la próximas semanas un nuevo analizador web del lenguaje sexista en Internet.

Digo nuevo porque ya hay uno: T-Incluye (www.t-incluye.org) y digo sorpresa por algo que aparece en los medios entrecomillado «cumplir una posible ley que regule este campo» como afirmación realizada durante la presentación. Con la utilización de «posible ley» se da a entender que no existiera… Desde luego desconozco que haya una ley que lo regule de forma exclusiva para la web aunque conozco, al menos, un artículo de una ley que sí lo establece y cito textualmente:

Art. 28.3 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la Igualdad Efectiva de mujeres y hombres:

4. En los proyectos del ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación sufragados total o parcialmente con dinero público, se garantizará que su lenguaje y contenidos sean no sexistas.

Espero que la herramienta sea realmente útil y contribuya a igualar la presencia de mujeres en la Red, que fomente el uso de expresiones no sexistas y que se reduzca términos como «nuevo usuario» (que, por cierto, es como aparece en la propia página del INTECO). En definitiva, espero que el uso del masculino como genérico disminuya gracias a herramientas como esta.

Información sobre trámites electrónicos

Es interesante encontrar información útil sobre la Administración Pública, cómo realizar trámites de forma electrónica y todo ello desde un lenguaje sencillo e inclusivo.

Buscando información sobre otras cosas me encontré este interesante blog: Asturias Tramita: http://asturiastramita.es/

Lo cierto es que, al llegar a él, me saltan dos alarmas: la primera la de la legislación, el cumplimiento de la LEY 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos, la segunda, la de uso del lenguaje que hace.

El uso del lenguaje «salta» en una doble vertiente, en cuanto a la accesibilidad del contenido (me refiero a si es o no comprensible) y en cuanto a si hace un uso sexista o no del lenguaje. Sobre la primera alarma… los artículos son absolutamente claros, así que mi enhorabuena por ello. Sobre la segunda… en general hace un uso no sexista aunque hay algún «gazapos», un «Los jóvenes de tu comunidad…» fácilmente sustituible por «La juventud de tu comunidad…». Aún así, de nuevo mi ENHORABUENA, «¿quién no comete un borrón cuando escribe?».

De forma sencilla consiguen contarnos qué trámites están disponibles a través de Internet en tres ámbitos (local, regional y estatal) y además, nos informan de su existencia tanto a nosotras como a ellos, así que… ¡ójala hubiera más iniciativas como esta!

¿Realmente importa nombrar las profesiones en femenino?

Me intriga porqué algunas mujeres prefieren que, al hablar de su profesión, se las nombre en masculino. Porqué prefieren escuchar «médico», «abogado», «ingeniero» o «informático», en lugar de «médica», «abogada», «ingeniera» o «informática».

Permitidme que escriba según van las ideas «rondando en mi cabeza».

Hay mujeres que prefieren que se les nombre en masculino cuando se trata de su labor profesional, son casos del ámbito del derecho, la medicina, la ingeniería… se trata de profesiones «tradicionalmente masculinas» (aunque en la actualidad, afortunadamente, las mujeres nos hayamos incorporado a ese ámbito laboral). No recuerdo haber oído nunca a una trabajadora social, maestra, pedagoga, filóloga… nombrarse en masculino.

Imagen de Mujer Maravilla y Superman
¿Heroína o héroe? Fuente: Iconshock.com

Creo que aquí se entrelazan cuestiones relacionadas con el prestigio. Más prestigio profesional de unos campos sobre otros y más prestigio de lo masculino sobre lo femenino.

Puedo entender que haya mujeres que no estén de acuerdo con un uso inclusivo del lenguaje, que realmente se sientan identificadas e incluidas bajo el «masculino como génerico» en las ocasiones en las que se dirigen a grupos en los que hay mujeres y hombres. Comprendo que ser consciente de que ello invisibiliza a la mujer, que la oculta tras las formas masculinas, que no la representa ni la incluye… supone cierta sensibilidad, preocupación y análisis de la realidad. Implica cuestionar lo establecido, no conformarse, reivindicar el papel de la mujer en la sociedad actual, en definitiva, luchar por la igualdad.

Lo que, en ningún caso, puedo entender es porqué, al referirse específicamente a una mujer prefieren la forma masculina. No puedo comprenderlo más allá de una cuestión de prestigio. Si se trata de una o varias MUJERES, lo suyo es nombrarlas en el género que corresponde: el FEMENINO. Lo contrario es discordancia y por tanto, un error gramatical, cuando menos.

Jamás se nos ocurriría decir «Marta es bajo», «Andrea es rubio», «Mónica es listo», «Lucía es buen compañero»… ¿Por qué, entonces, íbamos a decir algo distinto a «Marta es jueza», «Andrea es ingeniera», «Mónica es médica» o «Lucía es informática»?

Ley 3/2007. Informe de aplicación

Recordemos…

Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

Artículo 14. Criterios generales de actuación de los Poderes Públicos.

11. La implantación de un lenguaje no sexista en el ámbito administrativo y su fomento en la totalidad de las relaciones sociales, culturales y artísticas.

En marzo de este año el Ministerio de Igualdad elabora el informe «2 años de aplicación de la Ley Orgánica 3/2007…»  en el que se hace un repaso de las actuaciones iniciadas para el cumplimiento de, entre otros, el artículo citado.

Sigue leyendo Ley 3/2007. Informe de aplicación

Cumpliendo leyes ¿todas?

Al hablar, en determinados contextos, de Sociedad de la Información y/o de la labor de las Administraciones Públicas, es habitual que salgan temas relacionados con la legislación que debe cumplirse, pero… ¿de toda la legislación?

Planteo la duda puesto que con frecuencia oigo hablar de la necesidad de cumplir la legislación relacionada con la Protección de los Datos Personales, del Acesso Electrónico a los Servicios Públicos, de Accesibilidad… y no me cabe ninguna duda de la necesidad de esas leyes, de los motivos que las han impulsado. Realmente son necesarias y, por supuesto, deben cumplirse.

En cambio, rara vez oigo la necesidad de cumplir, también, lo que regula la Ley 3/2007 de Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres en, por ejemplo, sus artículos 14.11 «La implantación de un lenguaje no sexista en el ámbito administrativo y su fomento en la totalidad de las relaciones sociales, culturales y artísticas.» y 28 «Sociedad de la Información», especialmente en el punto 4 «En los proyectos del ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación sufragados total o parcialmente con dinero público, se garantizará que su lenguaje y contenidos sean no sexistasSin entrar en otras partes del articulado que hablan de la consideración del principio de igualdad de oportunidades.

Como digo, rara vez (excepto en foros muy específicos) se menciona esta ley. Mi duda es, por tanto, ¿exige menor cumplimiento que otras? La respuesta es evidente, NO. Está claro que hemos de cumplir la legislación vigente también en estos temas, también en lo que a la igualdad de trato, de representación, de acceso de la CIUDADANÍA en global y no sólo de los ciudadanos, de la utilización de un lenguaje que represente por igual a mujeres y hombres.

 ¡Ah, una cosa más! El Artículo 6 de nuestro Código Civil explicita «La ignorancia de las Leyes no excusa de su cumplimiento.» Así que tampoco de aquellas relacionadas con la igualdad.

Algo de legislación:

  • LEY ORGÁNICA 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (BOE de 14 de diciembre de 1999).
  • LEY 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico (BOE de 12 de julio de 2002).
  • Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres (BOE de 23 de marzo de 2007).
  • REAL DECRETO 366/2007, de 16 de marzo, por el que se establecen las condiciones de accesibilidad y no discriminación de las personas con discapacidad en sus relaciones con la Administración General del Estado (BOE de 24 de marzo de 2007).
  • Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos (BOE de 23 de junio de 2007).

Cuestiones de género

Esta semana he tenido el placer de conocer a Montserrat Boix personalmente, ha resultado un verdadero placer y, si algo ha conseguido, con su entusiamo, la firmeza de sus convicciones y su comunicación DIRECTA, ha sido reactivar el «activismo» feminista que yo había abandonado.

Desde luego que las cuestiones de género me preocupan, desde siempre, pero es cierto que me he acomodado en la inactividad y eso no es bueno, ni para mí, ni para el 51% de la población. Creo que no podría ser de otro modo, siendo mujer y teniendo cierto grado de conciencia. Por ello me lanzo a escribir este corto post que ampliaré con tiempo.

Es increible que a estas alturas de la vida, aún haya que explicar:

  1. que las «cuestiones de género» no son sólo cosas «de mujeres»,
  2. que el feminismo no es lo mismo que el machismo pero en sentido contrario,
  3. que sólo exijo que no se me juzgue por si mis cromosomas son XX o, en cambio, XY,
  4. que la igualdad no es optativa, sino legal,
  5. que el genérico masculino me oculta y exijo verme representada (como parte de ese 51% de la población),

Increible pero cierto, gracias Montse por despertarme del letargo.

La importancia del lenguaje inclusivo

El lenguaje es una herramienta demasiado valiosa como para utilizarla banalmente.

Siempre lo he pensado así, lo he creído firmemente. Por ello intento ser, aún equivocándome, tan «maniática» (como me etiquetan algunas personas) con la escritura.

Pero no se trata sólo del lenguaje verbal escrito, sino también del oral, el gestual y, cómo no, el iconográfico.

Creo que nuestra forma de hablar refleja nuestra forma de pensar. Si recurrimos a estereotipos en nuestras comunicaciones es porque, en alguna parte de nuestro subconsciente, están «grabados a fuego». Por ello adquiere tanta importancia el uso NO sexista del lenguaje, o el uso inclusivo, como prefiero decir.

Sigue leyendo La importancia del lenguaje inclusivo

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